Ahora entiendo todo

¿Sabían que las murgas de Buenos Aires reciben un subsidio del Estado, o sea, que están pagadas por todos los vecinos? Ahora entiendo por qué tanto fervor en los desfiles y en cortar calles por todos lados a pesar de la fría, congelada, respuesta de los porteños. Las cosas cambian muchachos, la murga ya no nos gusta. Alquilense un gimnasio, un club, hagan sus desfiles, y por favor, ¡No nos pidan guita! El jueves cuando a ustedes, desprevenidos peatones y automovilistas, los cruce una marcha por el centro ya van a saber que reclaman. Lo mismo con el pedido del feriado nacional que se repite cada año. Acá hay un error conceptual, no viene, primero el feriado y después la fiesta, sino que es al revés, como están todos de fiesta y nadie va a laburar se decreta el feriado. Hagan el intento de suspender el feriado en Brasil y Uruguay a ver que pasa. Me dirán que en este caso triunfó la dictadura que mató el carnaval. Y sí, tendrán razón, pero si después no volvió es por algo. Nos queda el esperpento turístico de Gualeguaychú.